Integrar testing de software en proyectos de TI hace la diferencia entre asegurar su éxito o no. En esta nota presentamos 7 elementos que debes tener en cuenta a la hora de integrar testing en tus proyectos.

Al planificar un proyecto de desarrollo o implantación de software hay que considerar varios puntos: la tecnología, los objetivos generales del proyecto, los distintos equipos de trabajo, la gestión del cambio, entre otros. Una de las actividades fundamentales a considerar es, cómo integrar las actividades de testing de software en el proyecto para que sea exitoso. El testing es uno de los pilares sobre los que se sostiene el éxito del proyecto. Un software con problemas pierde la confianza del usuario y tal vez no hay una segunda oportunidad para volver a generarla.

Para asegurar que en el proyecto el testing contribuya a construir el éxito del proyecto asegúrate que los siguientes puntos se estén cumpliendo.

1) Alinear los objetivos del testing con los del negocio y del proyecto.

Los proyectos surgen para cumplir objetivos de negocio como: generar ventajas competitivas, aumentar ventas, aportar a la digitalización o agilizar procesos, entre otras posibilidades. Por lo tanto, querrás asegurar que en todas las etapas del proyecto, los integrantes del equipo tengan muy presente las estrategias corporativas para poder contribuir con el logro de los objetivos. El equipo que llevará adelante las tareas de testing, debe conocer toda la información del proyecto y del negocio, así como entender las expectativas de los usuarios y clientes. Junto con ellos podrás planificar las estrategias de un adecuado plan de pruebas, sus técnicas, alcance y herramientas a utilizar. Además, hay que asegurar que en la aplicación las funcionalidades y procesos principales estarán debidamente probadas, con los juegos de datos que sean necesarios para lograr un correcto cubrimiento de casos. En definitiva, el testing de software es una actividad que contribuye a generar mejores productos y organizaciones. Asegúrate que todos tengan eso presente.

2) Considerar el testing de software desde la planificación del proyecto.

En muchos proyectos el desarrollo del software consume gran parte de los plazos de tiempo. Esto es contraproducente para el proyecto en su conjunto, ya que otras actividades como el testing quedan relegadas arriesgándose a liberar software con fallas. Una buena práctica de planificación de proyectos es involucrar a los responsables del testing en la planificación, para dimensionar adecuadamente los objetivos, actividades, recursos, plazos y equipo. Luego durante la ejecución velar porque el testing tenga el lugar planificado de forma de tener tranquilidad al liberar el software.

3) Integrar el testing de software desde el comienzo del proyecto.

Un error muy común es integrar las actividades de testing de software cuando el desarrollo ya está avanzado, sobre el final del proyecto. Se corre el riesgo de detectar problemas graves y no tener margen de acción para resolverlos a tiempo. Hay algunos errores que tienen gran impacto en el proyecto y son de difícil corrección como: ignorar buenas prácticas de seguridad, problemas en la arquitectura de la aplicación o casos de uso no considerados en el análisis, entre otros. Las actividades de testing tempranas ayudan a mitigar estos errores a tiempo y evitar grandes desvíos en el proyecto.

4) Contextualizar al equipo de testing de software.

Para hacer bien su trabajo, el equipo de testing necesita familiarizarse con el contexto donde se desenvuelve la aplicación a probar. Para eso realiza una inducción al equipo explicándoles el negocio, la organización, las reglas y procesos de trabajo, entre otros temas. Solo así podrá desarrollar efectivamente su función y agregar valor. Un equipo de testing que esté bien informado sobre el contexto en el que está trabajando, los objetivos del proyecto y el impacto que se espera lograr, estará en mejores condiciones de contribuir con resultados que impacten positivamente en la empresa.

5) Empatía, una herramienta fundamental para el equipo de testing.

En muchas oportunidades el equipo de testing necesita interactuar con los usuarios finales y con los desarrolladores. De los usuarios finales necesita insumos imprescindibles para poder evaluar y probar si los casos sobre los que está trabajando reflejan la realidad de uso. La interacción con los desarrolladores también debe ser muy fluida para lograr una forma de trabajo ágil. Para lograr que todo resulte exitoso es necesario que el equipo pueda desarrollar la empatía con desarrolladores y usuarios. Si bien son públicos diferentes, el equipo de testing opera como un facilitador entre ambos, comprendiendo y velando por los intereses de cada uno. Al momento de seleccionar un equipo de testing de software, es imprescindible que la empatía esté entre sus características destacadas.

6) Multiplicar las capacidades.

En los proyectos los recursos y plazos son siempre escasos. Por eso buscar apoyo en la automatización de testing de software, es un excelente recurso para multiplicar la capacidad de realizar pruebas. La automatización tiene varias ventajas, por ejemplo, puede ejecutarse durante 24hs los 7 días de la semana, puede repetirse asegurando que no haya errores regresivos, además de que quedan como un activo permanente en la organización. Si se utiliza una herramienta como STELA que también permite la automatización robotizada de procesos, es posible utilizarla para otros fines como migraciones de datos, operaciones de sistemas legados, entre otros usos.

7) Independizar el testing del desarrollo.

En muchas contrataciones de desarrollo de software a empresa tercerizadas, el testing queda a cargo de la misma empresa. Sin embargo, un equipo de testing independiente es la mejor forma de asegurar que el producto entregado es el que se espera. Además de objetividad, podrá aportar una visión integral de la correctitud, si el software entregado se ajusta a la especificación y si la inversión realizada en desarrollo realmente va a tener el retorno esperado. Independizar el desarrollo del testing es una buena práctica que ofrece la garantía de que la empresa está obteniendo el software que necesita y espera.